Actividades culinarias para niños, una opción para prevenir enfermedades

Redacción. La inducción de los niños en la cocina es fundamental para vincularlos y hacerlos conscientes de la importancia de alimentarse bien para tener buena salud, mientras se refuerzan otros aspectos, como el repaso de temas de ciencias básicas aprendidos y la narración de la historia a través de recetas culinarias.

“A los menores se les debe hablar claro acerca de los cuidados que deben tener en estos espacios, y de los posibles peligros a los que se enfrentan, como lesiones o contagios con virus si no son cuidadosos con la manipulación de superficies y de alimentos”.

Así lo señala la nutricionista y dietista Olga Lucía Pinzón Espitia, docente del Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

La Sociedad Colombiana de Pediatría recomienda que a los niños y adolescentes se les impartan conocimientos acerca del Covid-19, qué es, cómo nos enferma, cuáles son sus síntomas, la importancia del aislamiento, la población vulnerable, el correcto y necesario uso de desinfectantes aprobados como el hipoclorito o el alcohol y las medidas adoptadas por el Estado para disminuir los contagios.

En este caso la educación juega un papel fundamental para entender y aplicar las acciones que contribuyan a prevenir el contagio, entre ellas la nutrición balanceada y la correcta preparación de los alimentos.

La profesora Pinzón resalta que los niños deben entender los procesos de transformación de alimentos que se realizan en la cocina, pero recalcando las medidas de bioseguridad y buenas prácticas de manejo de estos. Por eso siempre se deben considerar aspectos como desinfectar las superficies de la cocina en las cuales se trabajará, recogerse el cabello para evitar contaminación cruzada, lavarse las manos y no consumir alimentos a medio preparar, entre otros aspectos.

Añade que para los niños la cocina debe ser un lugar en el que integren todos los conocimientos adquiridos en la escuela, como las matemáticas y demás materias básicas útiles en la preparación de las recetas. Así se fomentará en ellos el agrado por preparar sus alimentos, y al mismo tiempo pondrán en práctica lo aprendido en otras áreas.

Actividades según la edad

Si bien es importante realizar actividades como las mencionadas, también lo es la asignación de tareas según las edades. Por ejemplo, los niños entre 3 y 5 años se deben introducir en el espacio de la cocina mediante tareas básicas como alcanzar o guardar alimentos, alistar la mesa o servir los platos fríos.

Entre los 6 y 7 años podrán realizar tareas más complejas, que al mismo tiempo les ayuden a desarrollar las actividades motoras finas, como exprimir las naranjas manualmente.

Entre los 8 y 9 años –cuando ya hay un mayor grado de madurez– se recomienda dejarlos realizar tareas más avanzadas como preparar helados para que asocien conceptos de tiempos en las preparaciones.

Entre los 10 y 12 años se les debe dejar ser independientes en la cocina, ya que esto fomenta su iniciativa y creatividad, aunque siempre deben ser supervisados por un adulto en el uso de los utensilios, y educarlos acerca de los beneficios de la comida natural y de aquellos alimentos que aunque no les gustan mucho en esta edad –como las verduras– son fundamentales para la buena salud.

Alimentación durante la pandemia

Durante el aislamiento no solo es importante la alimentación, sino que esta sea balanceada y en proporciones adecuadas. El encierro y la preocupación puede llevar a todos los miembros de la familia a consumir más o menos comidas de las necesarias, por ello se deben verificar las porciones.

Es importante que los seis grupos de alimentos (cereales; frutas y verduras; leche y sus derivados; fuentes de proteínas como las carnes; grasas; y azúcares) siempre estén presentes en las comidas. La idea es repartir estos grupos en 3 comidas básicas (desayuno, almuerzo y cena), cada una equivalente a un 30 %, y una media mañana y una media tarde que no sumen más del 10 %.

Otra estrategia recomendada por la docente es planear los menús semanales, pues así se fomenta la buena alimentación y la creatividad, y además que se evita ‘caer en la tentación’ de consumir alimentos en conserva o procesados, que aunque son más fáciles de consumir, no aportan significativamente a la nutrición.

Por último, la especialista señala que aunque la preparación de las comidas es importante, también lo es la selección de los ingredientes, pues estos deben ser naturales y lo más frescos posible, o en su defecto los menos procesados.

Unal

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