Madrid. Tal parece que Shakira se sentará en el banco de los acusados. Una jueza ha enviado a juicio a la cantante colombiana por seis delitos fiscales relacionados con su presunta evasión del impuesto de la renta (IRPF) y el de patrimonio entre los años 2012 y 2014. La magistrada procedió a la apertura del juicio oral (el auto es firme y no puede ser recurrido) y dará traslado de la causa a la defensa para que plateen sus argumentos.
Tributaria 14,5 millones de euros. La artista de Barranquilla ya ha depositado el montante de la deuda con Hacienda y ha regularizado su situación ante la Agencia Tributaria, pagando miles de euros más para abonar los impuestos que le corresponde. Por esta razón, la fiscalía le aplica la atenuante muy cualificada de reparación del daño, lo que hace reducir la petición de pena en su conjunto.
En un principio, se abrieron negociaciones entre la defensa de la artista y la fiscalía para llegar a un acuerdo. La acusación pública ofreció, incluso, sustituir la pena de cárcel (abultada por el número de delitos que se le atribuye) por una multa. Sin embargo, las conversaciones no llegaron a un buen puerto y la cantante colombiana rechazó cualquier pacto, denunciando una “persecución encarnizada” de Hacienda. A pesar de esa negativa, el acuerdo puede llegar hasta un minuto antes de que se celebre el juicio, que todavía no tiene fecha.
La fiscalía considera que Shakira cometió seis presuntos delitos de fraude a Hacienda por el impago de impuestos de la renta y del patrimonio en 2012, 2013 y 2014, e individualmente solicita penas de un año a un año y seis meses. La Abogacía del Estado y la Generalitat, en cambio, le atribuyen tres delitos por no pagar el tributo de la renta, por lo que reclaman una pena menor. Los representantes de Shakira recalcaron que “la apertura del juicio oral es un paso más en cualquier proceso habitual” y que “la situación no ha cambiado y todo sigue su curso normal”, a la espera del escrito de la defensa, que se presentará en un futuro.
La fiscal sostiene que la artista uso para defraudar un entramado societario, con ramificaciones en paraísos fiscales, y que simuló que vivía en el extranjero cuando en realidad lo hacía en Barcelona con el jugador de fútbol Gerard Piqué, del que ahora se ha separado. A su entender, Shakira vivió de manera habitual en la ciudad entre el 2012 y el 2014, primero en una vivienda en Barcelona y después en una casa en Esplugues de Llobregat, que fue adquirida junto con el deportista a través de una sociedad. Las estancias fuera de España de la cantante en ese tiempo fueron, argumenta, “por motivos profesionales” y con una duración muy corta, a excepción de Estados Unidos, donde participó en el programa ‘La Voz”.
La acusación pública precisa que la mayor parte del tiempo estuvo en España y superó los 183 días que establece la ley para considerar que una persona es residente habitual en España y, por lo tanto, debe pagar sus impuestos aquí. En concreto, según sus cálculos, la cantante permaneció de manera efectiva en nuestro país: 242 días en 2012, 212 días en 2013 y 243 días en 2014. Las ausencias las califica de “esporádicas”, en base a la normativa sobre tributos. Los abogados defensores de la artista consideran que esos cálculos son erróneos.
