Acabo de salir de la cárcel modelo
Desde la última vez no había vuelto a ese establecimiento carcelario. Hoy lo hizo acompañando al protocolo relacionado con un excelente amigo. Sorprendente e impactante que quienes hoy son viejos servidores del INPEC y que hace poco más de veinte años eran muchachos que se iniciaban como servidores públicos en ese establecimiento me identificaran y me presentaran ante sus colegas como el creador de programas como ‘CINE AL PATIO’, ‘CANA AL AIRE’, y de algunos emprendimientos de tipo resocializador. Reconocimiento injusto, por cuanto, esas iniciativas y sus desarrollos fueron la obra de otras personas, como Orlando, el hombre de lo que podríamos llamar hoy “La Tele Letal”; y del activismos como los del profesor Wilmer, la Dra. Olga Lucia, la Dra. Normita, dinámicas que contaron con la simpatía de quienes en esa época frecuentaban la cárcel con fines periodísticos investigativos como la chica Jineth Bedoya o por razones humanísticas como la ex reina Nini Johana; Alberto Borda, empresario y Director creativo de la CHICA MED, también brindó su apoyo al Primer Desfile de Modas con las reclusas que “modelaron” por aquella época. Hoy esos programas están de oro, en manos de Johana Bahamon y de otras personas al interior del sistema penitenciario y desde algunas universidades.
Con los viejos amigos hicimos un repaso por aquella época turbulenta y criminal vivida al interior de LA MODELO. Y también sobre las acciones creativas y sobre personajes. En el recuerdo desfilaron : Los ya mencionados y otros como Arteta, Juancho, el hombre que abogó por el primer encuentro entre Civilizaciones, pero para que chocaran y se destruyeran; Arteta, ideologo creativo que inspiraba ideales de reinsertación democrática; Angel, un verdadero “ángel exterminador”; Ivan, el esposo de Lorena, Popeye, que por haber cumplido buena parte de la pena, se desempeñaba como “patinador”, muy servicial, al interior de los patios; Arroyabe, un empresario que veía con buenos ojos la alianza entre “internos y su familia externa” para poner en marcha emprendimientos resocializadores; recordamos las prolongadas “mesas de concertación” entre presos paracos y presos políticos, en una de las cuales aprobaron DESARME TOTAL para evitar más muertes en el Establecimiento(antecedente de la Paz Total?); DESARME cuyo carácter ficticio se evidencio en una anécdota: En una Mesa de Trabajo posterior, donde se suponía todos estaban desarmados, a uno de los integrantes se le saltó una Pistola, cuyos engranajes se encontraban blindados con MILITEC-1; de inmediato todos los demás miembros de la mesa desenfundaron sus armas, en señal de alerta.
Como por aquella época los ‘paracos’ presos mandaban más que el director de la cárcel, estos solían renunciar o pedir traslados. Rafael, presidente de uno de los Sindicatos más críticos, denunció la corrupción y pidió que nombrasen un director “que tuviese pantalones”. Y en efecto, designaron a un berraco director. Este notificó a los grupos armados: “Creo en Dios y no le temo a ningún grupo armado de los que pretenden mandar. Aquí mando yo. De ahora en adelante, personalmente revisaré todos los patios”. A lo cual le respondió uno de los ideólogos, jefe de los paracos presos: “Yo también creo en Dios. Pero Dios por allá y nosotros aquí. Si usted entra a nuestro patio sin autorización nuestra, es hombre muerto”. Otro director que se marchó con las piernas dentro del rabo. Mucho tiempo después, fue acusado injustamente de haber sido colaborador de los ‘paracos’, cuando en realidad fue una de sus víctimas.
Al cabo de un buen rato, este desfile de recuerdos fue interrumpido por la funcionaria que nos había recibido los documentos, había realizado los trámites internos de protocolo, y nos pedía la correspondiente firma. Quedé pensando que, posiblemente de ahí fue de donde surgió “La Paz Humana contra la Guerra Divina”, mi ponencia en el primer Simposio Internacional por la Paz de Colombia.
