Por: Francisco Martínez Ferreira
Ocurrió en la celebración de los 25 años de la entonces Corporación Universitaria del Sinú CUS, evento al que fui invitado en mi condición de reportero radial y periodista en construcción (aún lo soy).
Le pregunté a Don Elías Bechara Zainúm, si estaba satisfecho con su obra, si creía que su misión en la tierra estaba completa. Con la natural sonrisa y su rostro paternal, me tiró el brazo en el hombro y me dijo: “Amigo periodista, la misión de un hombre es servir, ayudar a construir una mejor sociedad y eso sólo se termina cuando uno se muere…”.
Bueno, no sé si fueron las palabras exactas, hace ya tantos años, que no puedo afirmarlo con total certeza, pero sí, estoy seguro, que en esa dirección fue su respuesta.
Don Elías, no sólo fue un filántropo, sino un visionario, un ser humano excepcional, que supo desde el primer momento, que no existe un modo distinto de transformar al ser humano y por ende a la sociedad, que a través de la educación.
En Córdoba y en el caribe colombiano creo que no existe un hombre con la impronta y el legado de don Elías, una herencia que perdurará por siglos, en este valle inmenso surcado por ríos, bañado por ciénagas y mares y cubierto por una verde y espesa capa vegetativa que lo hace universal y único.
Don Elías Bechara fundó la Universidad de Córdoba, el Colegio nacional “José María Córdoba”, el Instituto Técnico Agropecuario de Lorica ITAL; impulsa el primer bachillerato nocturno de la costa y apoya la creación del INEM “Lorenzo María Lleras”.
Maestro de tiempo completo, un verdadero revolucionario, en el sentido más íntegro y elevado de este término.
Una de sus grandes creaciones, la Universidad del Sinú, se consolida hoy como una de las instituciones de educación superior de mayor trascendencia en el caribe y Colombia, que ha graduado a miles de profesionales que se desempeñan en diferentes entidades públicas y privadas del país, mostrando el talante de sus herederos que han seguido la senda trazada por el gran maestro.
Hoy su nieto, Erasmo Zuleta Bechara será elegido Gobernador de Córdoba, levantando la bandera de la educación como estandarte de su plataforma programática, como elemento esencial para seguir abriéndole caminos a las nuevas generaciones.
No puede ser inferior al enorme legado de su abuelo. No puede, por ningún motivo, alterar el prístino recuerdo de un hombre que estará por siempre ligado a la historia de este departamento.
Creo firmemente que para Erasmo, la educación, va más allá de un compromiso político o programático, es un tema ligado a su ADN, es un imperativo moral que lo impulsará a crear y generar los espacios y condiciones necesarias para que Córdoba avance en educación. Para que nuestros jóvenes tengan más y mejores oportunidades.
Lo contrario sería indigno de él y una clara afrenta a las enseñanzas del abuelo, del formador, del gran precursor!
