Por: Jairo Aníbal Doria.
Por sabiduría popular, entendemos ese conjunto de creencias, saberes y valores que son propios del pueblo, que hace parte de su escencia y que representa todo lo que es, como resultado del conocimiento reiterado y consolidado por generaciones.
De ahí que surjan mil expresiones proverbiales, sentencias, frases, dichos etc., que para el caso, “La Cereza del Pastel”, se refiere a ese detalle final, a ese toque de distinción o punto último que le da cierre con lujo de detalles a una serie de hechos relevantes y etapas previas de algo, de cara a una etapa subsiguiente.
Es así como se da un evento en el corazón de Montería que si bien, es una iniciativa particular, ajena a aquello de “las políticas públicas”, se convierte en “la cereza del pastel” de un periodo excepcional, lleno de realizaciones y que como la suave brisa del Sinú, lleva consigo el aroma a progreso.
Podríamos decir que presenciamos hoy, la primera etapa de una crónica de resurgimiento para la ciudad y 2023 emerge como la joya de esta historia, donde la gastronomía, las artes, la cultura y el turismo, danzan al compás del desarrollo, resaltando una realidad que va más allá del cemento, del hormigón, los andenes y las estructuras.
Bajo el lema “Ahora todo tiene sentido”, la administración municipal en cabeza de Carlos Ordosgoitia, se ha despojado de la rigidez del concreto y ha generado espacios para la transformación social y urbana y, para la inversión privada, a partir de la gestión para el desarrollo basada en la gente (y la gente, somos todos), abrazando así, la esencia del monteriano.
Montería redescubre su voz, sus raíces, y con ello, su camino hacia un futuro con más y mejores oportunidades que se entrelazan con el anhelo colectivo: resaltar la identidad y cultivar el arraigo.
Y como si el guion estuviera perfectamente escrito, llega diciembre.
Las calles se iluminan con destellos de esperanza, pero es un nombre el que resuena con fuerza: Manuel Turizo.
Manuel y Julián Turizo, porque dicho sea de paso, se trata de un proyecto que nace en esta urbe que avanza aclamada, cuya travesía desde sus calles hasta los escenarios internacionales, ha sido la epopeya musical de un par de hermanos que apostaron todo a su pasión.
El concierto de Navidad de Manuel Turizo, se convierte en el regalo más esperado. Un acto de generosidad que va más allá de las notas y los acordes.
Es el retorno en tarima de unas figuras que, a pesar de haber volado alto, no olvidan las calles que los vieron soñar por primera vez.
Ya era habitual verlos para esta época, en los barrios más necesitados, junto a su madre, llevando un detalle y un mensaje de amor hacia esos niños que tanto lo necesitan.
Manuel Turizo entrega regalos en el sur de Montería
Pero ese mensaje de amor por Montería, está vez será más trascendente. Un gesto noble que se acompasa como acorde perfecto en la sinfonía del resurgimiento de Montería.
El artista, con su estampa de estrella joven, regala a Montería no solo su música sino también un mensaje de esperanza y unidad. Su concierto gratuito no solo es un evento, es un lazo que une a “los Turizo” con su tierra natal.
Es la cereza que completa el pastel de un periodo que ha visto a Montería renacer.
Así, en medio de esas estrellitas en el cielo, de las luces parpadeantes de la ronda del Sinú y el aroma de las ferias como el Festival Gastronómico que hace honor a las comidas cubana, árabe y Sinuana, Montería recibe este obsequio musical como el símbolo de su resiliencia y el preludio de un 2024 lleno de expectativas positivas en la continuidad de la re-evolución, bajo el liderazgo de Hugo Kerguelén.
La música de Turizo se convierte en la banda sonora que conecta el pasado, el presente y el futuro de esta ciudad que ahora encuentra en su cultura y en su gente, la esencia de su verdadero progreso.
