En Argentina, el gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, anunció la implementación de operativos en las cárceles de la región, siguiendo el modelo utilizado por el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, como respuesta a los crecientes casos de crímenes e inseguridad en la provincia.
En un reciente operativo llevado a cabo en la cárcel de Piñero, se observa a los reclusos en condiciones similares a las mostradas en imágenes de El Salvador: medio desnudos, con las manos atadas y la cabeza agachada, formando una fila uno detrás del otro.
Estas medidas han sido respaldadas por la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien elogió al gobernador en su cuenta de redes sociales. “Felicitaciones, gobernador. El que las hace, las paga”, escribió.
El anuncio de estos operativos ha generado un intenso debate sobre su efectividad y su conformidad con los estándares de derechos humanos. Mientras algunos ven en estas acciones una forma contundente de abordar la criminalidad, otros expresan preocupación por posibles violaciones a los derechos de los prisioneros.
La ministra de Seguridad detalló que el pasado domingo se produjo un tiroteo contra dos autobuses del Servicio Penitenciario de Santa Fe, calificándolos como una clara amenaza proveniente de los narcotraficantes dentro de las cárceles.
Estos ataques se suman a una serie de incidentes que incluyen balaceras y amenazas dirigidas tanto al personal de seguridad como a funcionarios del Gobierno provincial.
Además, mencionó la existencia del Protocolo de Gestión para Presos de Alto Riesgo en las cárceles federales, el cual se utiliza para controlar a los narcotraficantes santafesinos individualmente y prevenir que puedan llevar a cabo actividades delictivas desde dentro de la prisión.
