El anuncio del presidente Gustavo Petro de romper relaciones diplomáticas con Israel tiene un capítulo especial al interior de las Fuerzas Militares, dado que cerca del 75 por ciento del material de guerra -armas y tecnología- proceden de fabricantes militares de ese país.
De hecho, los altos mandos están a la expectativa sobre los contratos de mantenimiento que están en ejecución y que, por tratarse de línea militar, se firman de Gobierno a Gobierno.
Se consultó cada una de las Fuerzas -Armada, Ejército y Fuerza Aérea- y todas se declararon a la espera de directrices claras sobre el tema, esto porque consideran que es una situación inédita.
Otros sectores de la institución castrense advirtieron que al romper relaciones, como lo anunció el Jefe de Estado, se incluyen todos los sectores, en este caso, temen que no siga la ejecución de los millonarios contratos para dotar de elementos militares a las tropas.
Principales áreas que se afectarían
En la Fuerza Aérea la incertidumbre gira en torno al contrato firmado en enero de 2023 por 30.000 millones de pesos con la empresa Industria Aeroespacial Israelí, AIA, para el mantenimiento de los aviones de combate Kfir, cuya vida útil empezó a finiquitar en diciembre del año pasado.
Este diario confirmó que de la flota de Kfir, cuyo número exacto en operación es de alto nivel de seguridad, ya hay tres en tierra; a las otras aeronaves se les ha cumplido el mantenimiento, pero sobre la advertencia de que su tiempo de alargue es máximo hasta el 2025. Y este Gobierno es esquivo a la adquisición de una nueva flota de aeronaves de este tipo, que se encargan entre otros temas de mantener la soberanía.
En esa línea, otra de las preocupaciones tiene que ver con los helicópteros Arpía, que están encargados de apoyar las operaciones de alto nivel en el país contra los grupos armados organizados. Representan un poderío de armamento frente a la imposibilidad de desarrollar operaciones de bombardeo.
“De no seguir con el desarrollo militar de Israel, por citar un ejemplo, los cascos de la tripulación de estas aeronaves perderían su importante aporte en comunicaciones e inteligencia”, afirmó un alto mando, quien se refirió el tema de armas con que están dotados los Arpía, tema sobre el cual prefirió no profundizar.
Señaló que Israel tiene a su cargo dentro de la estrategia militar la dotación de lo que se califica el sistema de batalla, que abarca la maniobra (movilidad), logística y la inteligencia en cada fuerza.
“Los procesos de inteligencia, comunicaciones, radares se verán afectados si no se cuenta con Israel, así como el intercambio offset (transferencia de conocimiento)”, afirmó la autoridad militar.
Sobre la fabricación de los fusiles Galil, las patentes se mantienen y así Indumil puede seguir en ese proceso, pero hay que destacar que de Israel vienen directamente los cañones y las miras, por lo que quedarían incompletos.
De dar por finalizada de tajo la ayuda militar, quedarían pendientes la entrega de unos radares para la Fuerza Aérea que se iban a instalar en La Guajira, Puerto Carreño (Vichada) y en la frontera con Brasil.
De igual forma, se esperaba la entrega de equipos de comunicaciones para las tres Fuerzas, que de no cumplirse con la entrega, “en pocos meses se verán afectadas las comunicaciones en tierra, lo que limitaría las operaciones sobre el terreno, su coordinación”, destacó en enterado del tema.
En cuanto a la entrega de armamento tipo misiles Spike, que al parecer no estaban en contrato, no se contaría más con estas potentes armas.
Otro punto que llama la atención a los integrantes de las Fuerzas Militares es qué pasará con la presencia de Colombia en el Sinaí, donde tiene el papel de veedor en representación de Naciones Unidas frente a los acuerdos entre Israel y Egipto.
