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Liberados los 29 uniformados secuestrados en el Cañón del Micay

La liberación de los 29 uniformados, entre ellos 28 policías y un militar, fue el resultado de un complejo proceso de intermediación en el que participaron el Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP-OEA) y la Misión de la ONU en Colombia, junto con la comunidad local.

Horas antes del anuncio oficial, el Ministerio de Defensa había informado que los soldados “iban caminando hacia la libertad”, un mensaje que generó esperanza pero también cautela. El Gobierno fue enfático en señalar que la liberación solo se consideraría completa cuando los uniformados estuvieran junto a sus familias y en sus unidades militares.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, reiteraron que el Gobierno garantizó las condiciones necesarias para la liberación y advirtieron que los responsables del secuestro enfrentarán las consecuencias legales.

Este episodio, sin embargo, no estuvo exento de dificultades. Durante la noche del 7 de marzo, se registraron al menos tres intentos fallidos de liberación debido a denuncias de la comunidad sobre la muerte de un civil en la zona, presuntamente a manos de miembros de la Segunda Marquetalia.

¿Qué dijo la Defensoría del Pueblo? Contexto de la región

La defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, expresó su alivio por la liberación, pero también subrayó la compleja situación que vive la región.

La Defensoría del Pueblo reporta con alivio la entrega a nuestra regional en Cauca y a los organismos internacionales de 28 policías y un militar que estaban privados de su libertad por miembros de la comunidad desde el pasado 6 de marzo

Sin embargo, advirtió que esta liberación se da en una región donde las disidencias de las Farc, bajo el mando de Mordisco, mantienen un control poblacional extremo y están en confrontación armada con la fuerza pública.

Marín Ortiz también recordó que esta situación se enmarca en la alerta temprana 13 de 2024, la cual advertía sobre las vulnerabilidades y formas de desprotección que enfrenta la población civil en la zona.

Exigimos a los grupos armados, especialmente a las disidencias al mando de Mordisco, el respeto integral de la población civil y de la autonomía de las comunidades

Este llamado refleja la grave crisis humanitaria que vive la región, donde la presencia institucional es limitada y las comunidades enfrentan constantes amenazas a sus derechos y libertades.

Un paso hacia adelante, pero con desafíos pendientes

La liberación de los uniformados es, sin duda, un momento de esperanza, pero también evidencia los desafíos que persisten en el Cauca. La región sigue siendo escenario de confrontaciones armadas y control por parte de grupos ilegales, lo que dificulta la consolidación de la paz y la protección de los derechos humanos.

Mientras las familias de los liberados celebran su regreso, el país debe reflexionar sobre las acciones necesarias para garantizar que episodios como este no se repitan. La paz en el Cauca sigue siendo un camino largo y lleno de obstáculos, pero cada paso hacia adelante, por pequeño que sea, es una luz en medio de la oscuridad.

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