Si posar el sombrero vueltiao es ser ‘corroncho’, lo luciré por siempre, con el orgullo que caracteriza al cordobés de exhibir la prenda que nos identifica a nivel universal como símbolo nacional artesanal, que nace de las manos benditas y prodigiosas de nuestros ancestrales indígenas zenú.
Por eso nos duele que un cibernauta, oriundo de Valencia, Alto Sinú, la misma tierra que parió al gobernador Orlando Benítez Mora, increpe al mandatario a través de las redes sociales, al catalogarlo de ‘corroncho’, en el sentido peyorativo del término, por usar sonriente y permanentemente el sombrero en todos los escenarios propios de sus actividades de gobierno y de convocatorias institucionales dentro y fuera del Departamento.
“Quítate el sombrero no sea ‘corroncho’ por eso es que dicen que Montería es un pueblito si el gobernador con el sombrero lo demuestra, deja de ser ‘corroncho’ que no convences a nadien”. Me extraña que esta persona de nombre Wilson Miranda Ramos, con esos horrores ortográficos, diga en su perfil de facebook que es egresado, y no de cualquier universidad, Universidad de Córdoba, en qué…? .
Denota en lo que se puede entender del enredado ‘mensaje’ que, irónicamente este señor en vez de enorgullecerse con el logro de personaje público de alto nivel de su coterráneo, deja entrever con su ataque un sentimiento desbordado de frustación que raya con una injusta expresión de envidia.
Pero como ‘lo cortés no quita lo valiente’, el gobernador le respondió: “El señor Wilson Miranda Ramos, a quien no conozco (no sé si existe) dice que soy un ‘corroncho’ porque uso sombrero y que no convenzo a nadie: ustedes qué piensan?. Yo orgullosamente soy hombre de pueblo y lo porto sin pena alguna!”, señaló el gobernador Benítez Mora.
Amigo Wilson, usted hace esa temeraria afirmación, momentos en que el sombrero vueltiao, pese a la pandemia, se afianza en el mercado internacional, prueba de ello, la certificación comercial ambiental de Estados Unidos a la empresa tuchinera ‘El Divino Niño’, que representa el destacado artesano y expositor mundial Reinel Mendoza.
A propósito, la top model americana Cherely, escogió el vueltiao para posar un ejemplar, parada de pies sobre el lomo de un caballo pura sangre, siendo el atractivo de la feria agropecuaria artesanal de Texas, del sombrero confeccionado por Mendoza.
Y para terminar, el atacante valenciano Wilson Miranda, se va lanza en ristre contra su raigambre de criollo caribeño, al decirle despreciativamente ‘corroncho’ a su paisano.
Hecho que coincide con la experiencia que tuve recientemente con un mensaje de una persona residente Panamá, de nombre Roberto Hessen, quien me dijo que yo era un ‘corroncho enmascarillao’, tal vez por mi perfil con una muestra del sombreo, que poso desde hace cerca de 20 años.
Sobre este otro tema, no menos interesante, el periodista Sanbernardino Juan Gossaín en un foro en Cartagena, sostuvo: “A finales del siglo diecinueve el término ‘corroncho’ surgió en la costa Caribe colombiana como un elogio amoroso para describir al campesino de esa región, limpio e incontaminado, elemental, de espíritu candoroso, sencillo y puro como la rama de un matarratón, como el caminito que hacen las hormigas y como el cagajón fresco de los burros”.
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