En días pasados se registró una noticia lamentable para nuestro Departamento de Córdoba y en especial para nuestra siempre querida Sahagún.
El fallecimiento de uno de sus preclaros hijos GERMÁN BULA HOYOS, ocurrida en Bogotá, a una edad avanzada. Dicen que es producto del agua de ‘EL CABRO’ lo que mantiene la longevidad de los sahagunenses.
Tuvo todos los honores que un hombre público puede recibir en vida. Dos veces Gobernador de Córdoba, Ministro de Estado, Congresista y Embajador.
Nuestras familias tienen una relación de amistad perdurable en el tiempo por ser heredada por nosotros los descendientes de dos grandes amigos de infancia.
Mi padre hace más de 45 años escribió sobre Germán Bula Hoyos, que en homenaje y en memoria de ellos, me permitó transcribir algunos apartes, contenido en el libro ‘Escritos Varios’ con una excelente compilación de Juan Santana Vega.
Se refiere así: “Mi paisano y compañero de jugar bolitas, fuimos los primeros allá por el año 1940 de la política del Frente Nacional. Fundamos un periódico en Sahagún, llamado “Juventud” con una nómina redactora de dos liberales y dos conservadores. Nuestro fin era de lograr que Sahagún saliera de su atraso material y que los políticos de entonces fueran menos sectarios…”.
(…) “Su Liberalismo ancestral le valió desde joven un certero ‘Bolillazo’ en su cabecita que le dejó como secuela una permanente cicatriz en su cuero cabelludo que ya empieza a verse debido a su calvicie prematura. Un esbirro del entonces, temido, valeroso y guapito Teniente Calao, fue el encargado de dejarle ese hermoso recuerdo de aquella época que no debe volver nunca más…”.
(…) “desde su época de estudiante ha sido un orador fácil. Las huelgas de estudiantes en Medellín son testigos pretéritos de su acción intrépida”.
(…) “Como gobernante, tiene sus detractores y críticos… ha sabido jalar para nuestra tierra Sahaguntisera que no se cansa de brindarle sancocho y corridas de toros…”.
(…) “Como gobernador de Córdoba, el principal hecho político fue el ‘Golpe de Purísima’, con diplomacia, sagacidad, firmeza en el puño de su mano ordenó el traslado de la cabecera a Momil. Ya dije antes, fue un rotundo triunfo Liberal y un total y desconcertante fracaso para nosotros los goditos…”
El talante profesional y político de Germán Bula Hoyos bien puede reflejarse en esas cortas palabras escritas por un amigo donde se propusieron anteponer la amistad ante el color político.
Soy un fiel testigo de ello, con la muerte de mi padre estuvo siempre atento de mi vida estudiantil y profesional, fue mi Presidente Honorario de Tesis y guardo aún en mi memoria al firmar mi diploma sus palabras: “Lo hago con orgullo en memoria de mi amigo”.
Como hombre público supo conformar su grupo político homogéneo y sólo por el trasegar de la vida política ocasionó lo que llamó el desbalance político natural de las cosas.
“Sin lugar a dudas este grupo político (se refería al Bula-Lopismo) perteneciente al partido Liberal de Córdoba, tuvo origen en una alianza hace unos 17 años aproximadamente, de los jóvenes de ese entonces Drs. Germán Bula Hoyos y Edmundo López Gómez…”.
Surgieron nuevos grupos, nuevos intereses y nueva generación, eso es elemental en una política dinámica.
Lo anterior, no es óbice para que las nuevas generación liberales de Córdoba reconozcan su valía y entereza para enfrentar la vida política.
Hizo parte de una Pléyades de hombres valiosos de Sahagún, esa Sahagún tan propicia a sufrir los embates, algunos justificados por actuaciones cuestionables de algunos de sus hijos .
En las circunstancias que vivimos ante el Covid-19, no se podrá dar la despedida que se merece ese ilustre personaje de antaño, que Dios le permitió vivir por 94 años, un privilegio de pocos, fallecido en la ciudad de Bogotá, al haberse retirado a sus “cuarteles de invierno”.
Su despedida familiar rodeado de sus seres queridos más cercanos hacen que la ceremonia tenga una connotación austera lejos de las veleidades humanas, pero nos privan de acompañar a su última morada al amigo, al esposo y padre, al familiar, al político que siempre pensó en sus coterráneos, al sahagumense excelso. Solo nos resta acudir a sus recuerdos y ofrecer oraciones por el eterno descanso de su alma.
La vida quiso que su descendencia heredara con nuestra familia, ese sentimiento de amistad sincera que en estos tiempos poco se da.
Nota al margen: Reconocimiento a su compañera de vida, doña Olga Escobar, a sus hijos Olga, Germán Alberto, Omar y Jorge. Un Abrazo sincero de pesar.
Donec eris felix, multos numerabis amicos: Tempora si fuerint nubila, solus eris – Cuando eres feliz tienes muchos amigos, cuando el cielo se nubla solo estarás.
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