Colombia. Los cárteles del Pacífico y Jalisco Nueva Generación (CJNG), con apoyo de organizaciones criminales de Colombia, han creado siete rutas marítimas en el océano Pacífico para el trasiego de cocaína que tienen sus puntos de partida puertos o zonas de playa de Colombia, Ecuador y Perú, con destino a México, para luego ser trasladada a Estados Unidos.
De acuerdo con informes de la Semar y la Armada de Colombia dentro de la Campaña Naval Orión V y del Centro Internacional Marítimo de Análisis Contra el Narcotráfico, han detectado a través de sus áreas de inteligencia naval que los grupos del crimen organizado transnacional utilizan buques mercantes, contenedores, veleros y yates que zarpan de los puertos principales de Colombia, Ecuador y Perú para el traslado de clorhidrato de cocaína.
Puntos estratégicos
Mientras que los puntos de partida de lanchas rápidas tipo go-fast y Eduardoño, semi-sumergibles y sumergibles, se ubican en zonas costeras selváticas de difícil acceso, como López de Micay, un municipio colombiano selvático con salida al mar, cuyas playas se habilitan como rutas o líneas del narcotráfico hacia México y Panamá.
El cruce de información entre la Semar y Armada de Colombia, a través de sus áreas de inteligencia naval, en cooperación con la FGR, la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia y la DEA señalan que el Cártel del Pacífico y CJNG subsidian a diversas organizaciones criminales sudamericanas.
Entre los socios criminales que se han detectado a través de las detenciones de sus integrantes y líderes se encuentran las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ‘Los Urabeños’ o ‘Los Úsuga’, ‘Clan del Golfo’, ‘Caparrapos’, ‘Los Pachenca’ y el propio Ejército de Liberación Nacional (ELN). En el caso del Cártel del Pacífico financian las actividades del grupo criminal denominado Clan del Golfo que tiene su zona de influencia en el bajo Cauca, mientras que ‘Los Caparrapos’, que operan en el departamento de Antioquia, trabajan para el CJNG.
Las áreas de inteligencia naval de México y Colombia en los últimos 10 años, observaron una modificación en las rutas del trasiego de estupefacientes de países sudamericanos a Estados Unidos utilizadas por el crimen organizado, que en su trayecto tocaran territorio de diversos países centroamericanos y territorio mexicano.
De las siete rutas, dos parten de Buenaventura y Tumaco, Colombia, hacia Costa Rica y El Salvador; mientras que la segunda ruta sale de Tumaco y arriba a El Salvador y Guatemala.
La tercera ruta utilizada por el crimen organizado es Esmeraldas, Ecuador, con arribo a costas de Guatemala y Chiapas, México; mientras la cuarta zarpa de San Lorenzo, Ecuador, a costas de Oaxaca y Guerrero, México.
La quinta ruta parte del departamento de Puerto Rico, Ecuador, a costas de Michoacán y Guerrero, México.
La sexta ruta tiene el mismo punto de partida (Puerto Rico, Ecuador), con arribo a Jalisco y Sinaloa, México.
La última ruta conecta a Ayampe, Ecuador, con las playas de Sinaloa.
Procedencia
De acuerdo con los informes del Centro Internacional Marítimo de Análisis Contra el Narcotráfico, el estupefaciente que ha sido asegurado en las diferentes playas de México procede principalmente de Colombia, Perú y Ecuador; tiene como destino a Centroamérica y el sur de las costas mexicanas para su posterior distribución. Para el transporte de las sustancias ilícitas se utilizan embarcaciones rápidas tipo go-fast, semisumergibles, sumergibles, embarcaciones de recreo y embarcaciones pesqueras.
En el enfoque específico de los eventos marítimos de tráfico de estupefacientes durante 2020 se registraron diversos eventos empleando una gran variedad de embarcaciones de diferentes tipos, identificando los principales: Lanchas Rápidas. Embarcaciones menores que recorren grandes distancias, utilizan su velocidad para evadir la autoridad en la mar, estas participan en la mayoría de los eventos marítimos, identificándose diferentes roles, como contrabandista, recepcionista, logística y de vigilancia.
Pueden cargar hasta 2 toneladas de estupefacientes. Sumergibles y semisumergibles. Detectados con menor frecuencia por inteligencia técnica y de radar, utilizan rutas muy abiertas, zarpando desde costas de Colombia hasta llegar a México para entregar cargamento a embarcaciones recepcionistas que tienen características de navegación bajo el agua, sigilo y gran capacidad de carga, proporcionan menor probabilidad de interdicción, además tienen capacidad para transportar hasta 7 toneladas, son de difícil detección y con gran autonomía de navegación.
Por su parte los yates y veleros son embarcaciones de cobertura de actividades de recreo, navegando por mar territorial, se han detectado en el mar Caribe y Baja California Sur. Por ser una embarcación menor la mayoría de las veces no cuenta con Sistema de Identificación Automática (AIS) por lo que su detección por medio de sistemas regulados no es posible. Pueden transportar hasta 2 toneladas de droga.
En el caso de las embarcaciones de pesca, generalmente del tipo atunero y camaroneros, participan en el traslado de cocaína y mariguana, también brindan apoyo logístico a embarcaciones contrabandistas. Por ser una embarcación menor, la mayoría de las veces no cuenta con AIS.
Tomada de https://www.excelsior.com.mx/