Protege lo que sale de tu boca.
Alguna vez has utilizado minutos de tu vida para escuchar la manera como te hablas a ti mismo, para pensar con detenimiento lo que vas a decir en medio de una conversación, para escribir claramente tus deseos o para meditar acerca de las emociones que sientes a diario. Todos estos hechos son muestra del tipo de expresión que utilizas para comunicarte en un mundo en donde las palabras parecer ser semillas, porque cuando usted habla, es como si le dieras vida a todo lo que dices. Sea que lo note o no, las personas tenemos la capacidad de declarar nuestro futuro con las palabras que expresamos. Por eso es usual ver que cuando pensamos y sentimos algo de forma continua, estamos determinado los acontecimientos que se volverán realidad en nuestras vidas.
En algunas ocasiones este tipo de circunstancias nos pueden generar desaliento porque perdemos energía positiva para continuar haciendo algo, molestias por no podemos vivir en coherencia con lo que pensamos y sentimos, infelicidad porque no podemos culminar nuestros proyectos e intolerancia porque creemos que todo está puesto en nuestra contra.
Si algunos de estos argumentos resuenan contigo o con alguna persona cercana a ti, es importante que sepas que estas interpretaciones son exclusivas de la persona que lo siente. También es posible que a nivel emocional estas condiciones puedan estar generando cualquiera de las siguientes emociones; ansiedad, cansancio, desconfianza, esperanza, fortaleza, incomprensión, libertad, molestia, optimismo, pena, rechazo, timidez, vergüenza.
Mi invitación para hoy es que reflexiones acerca de la situación que vives actualmente y aprendas a identificar las oportunidades de aprendizajes que este tipo de experiencias quieren regalarte y sobre todo a que cultives en tu pensamiento palabras que crean realidades maravillosas en tu vida. También necesito que sepas que Dios quiere que todos los seres humanos vivamos con gozo, paz, tranquilidad y alegría, pero si tu dejas entrar lo negativo a tu vida pones todo lo maravilloso por fuera, ya que el espacio que le das a lo positivo en tu mente es muy limitado o nulo.
Esto me mueve a preguntarte ¿Qué dicen las palabras que usas a diario de ti?
Para poder plantar semillas poderosas, es importante estar dispuesto a expresar palabras que den vida a lo que hablas. Tales como; soy una persona bendecida, soy fuerte, yo lograré realizar mis sueños, yo estoy saliendo de mis deudas, mi cuerpo goza de buena salud, yo tengo bienestar en mi vida. Ahora no pienses que solamente se trata de ser una persona positiva, sino que también hay que aprender a declarar con convicción de que te mereces lo mejor.
Una de las emociones que se convierte en el enemigo de las palabras que decimos es la inseguridad ya que cuando lo sentimos, somos más propensos a tener una gran sensación de amenaza contra nuestra propia autoimagen. A menudo solemos sentirnos preocupados por las dudas que nos asaltan con frecuencia, desconfiados de la opinión que tengas los demás de nosotros, nerviosos o aislados para evitar problemas.
Mi recomendación es buscar apoyo profesional de un coach, psicólogo o terapeuta para poder reconocer cuales son las creencias y/o juicios que te limitan y que en estos momentos no te permite avanzar. Estoy convencida de que en situaciones como estas necesitas moverte descubrir en qué tipo de observador te has convertido para que puedas transformar tu lenguaje.
Hay una frase de George Lucas que dice: “los sueños son sumamente importantes. Nada se hace sin que antes se imagine”
Por eso es importante aprender a trabajar en tu crecimiento personal, porque a pesar de que puede ser un proceso lento y doloroso al principio, necesitas conectarte con tu ser interior, identificar realmente lo que quieres en tu vida, confiar en tu proceso y potencializar tu mentalidad para que puedas crecer como persona.
En este preciso instante quisiera que empieces a verte como una persona capaz de definir lo que desea, enfocado en lo que quiere lograr y dispuesto a seguir adelanten sin importar los tropiezos que encuentres en el camino.
Recuerda ¡las palabras tienen poder!
Mi labor como facilitador de tu ser emocional, consiste en acompañarte a vivir tu proceso de aprendizaje, escuchar tu historia de vida y ayudarte a reconocer las creencias/juicios/emociones que han determinado la forma como observas la realidad que vives hoy pero que necesitas disolver urgentemente para cambiar o transformar la realidad que percibe tu observador.
Mi labor como facilitador de tu ser emocional, consiste en acompañarte a vivir tu proceso de aprendizaje, escuchar tu historia de vida y ayudarte a reconocer las creencias/juicios/emociones que han determinado la forma como observas la realidad que vives hoy pero que necesitas disolver urgentemente para cambiar o transformar la realidad que percibe tu observador.
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