Existe en Colombia en estas últimas décadas un nombre que viene siendo referente como símbolo de entrega a las ideas políticas ligados a nuestro desarrollo histórico.
Álvaro: “Derivado del magiar Alvö, que significa “el que duerme”. Derivado del germánico Alla-warja, que significa “guardián de todas las cosas” o Elf-wehr, “guerrero elfo”. Derivado del germánico Athal-bera, que significa “oso noble”. https://es.m.wikipedia.org › wiki
Pareciera que estos dos hombres a los cuales me referiré en esta reflexión, sus padres hubiesen tenido la premonición de bautizarlos con ese nombre dada la importancia de vida y el liderazgo innato acompañado de dotes políticas que ofrecieron al país.
Álvaro Gómez Hurtado y Álvaro Uribe Velez. Dos gladiadores de la política colombiana sin lugar a dudas.
El primero hijo del expresidente conservador Laureano Gómez, que a causa de la violencia política de ese momento, paradójicamente ayudó a su formación política filosófica, que no solo le permitió ver y oír de manera presencial a los grandes pensadores del mundo y de las corrientes que en ese momento hacían de Europa un santuario del saber, del inconformismo y de las nuevas ideas políticas.
El segundo, un “montañero” antioqueño, un hombre de “provincia” que se formó dentro de las ideas liberales que tuvo la osadía de aspirar a la presidencia de Colombia y de cierta manera logró romper esa “fila india” de la sucesión presidencial, no escrita por la concentración del poder bogotano.
Ambos fieles al origen germánico de sus nombres, fueron cada uno en su tiempo guardianes de todas las cosas.
Ambos incomprendidos muchas veces por sus detractores políticos pero con muchas cosas en común.
Ambos en su afán de perpetuar sus pensamientos políticos acordes con el momento político que vivía en país, fundaron respectivamente, el Movimiento de Salvación Nacional que tuvo representación política y que Álvaro Gómez catalogaba que no era un partido político sino una manera de hacer política y el partido político Centro Democrático gran elector en estos tiempos.
Ambos como seres humanos se pudieron equivocar pero nunca podrían decir que sus decisiones tuvieren un signo de mezquindad política.
En la lista del Movimiento político de Salvación Nacional para la Constituyente estuvo integrado por miembros del Partido Liberal.
Además no se puede dejar pasar que el partido fundado por el expresidente Uribe está integrado por personas afines a la ideología conservadora quienes vieron quizás una mejor manera de hacer política, entre ellos el ex senador Enrique Gómez Hurtado (q.e.p.d) y algunos familiares directos de la familia Gómez.
Ambos sufrieron la inclemente persecución política de manera injusta dada sus calidades de estadistas y del gran amor patrio.
Ambos brillaron en el Senado de la Republica en distintos tiempos pero con un común denominador, ser gladiadores en defensa de la democracia.
Álvaro Gómez Hurtado fue un abogado, político, pensador, catedrático, escritor y periodista colombiano. Considerado como uno de los hombres más influyentes de Colombia en el siglo XX. Aspiró a la presidencia en 3 ocasiones distintasː En 1974, luego en 1986 y finalmente en 1990.
Es lamentable que las nuevas generaciones no conozca quien fue Álvaro Gómez Hurtado y como murió vilmente acribillado por balas asesinas producto de lo que él llamó “el régimen”, que después de tantos años se pretende direccionar la investigación de la Fiscalía para ahora si, tender un manto de impunidad sobre ese magnicidio amparado en las declaraciones de los supuestos asesinos de la FARC, hoy paradójicamente en ese mismo Senado de la República donde brilló su padre Laureano y él mismo en clara defensa de las instituciones.
Razón le asiste a Juan Esteban Constaín en su libro ‘Álvaro. Su vida y su siglo’ cuando expresa que “Hay que explicar su figura, narrarla con sus luces y sus sombras, como las tiene todo el mundo…”.
De igual manera, es lamentable que los jóvenes de hoy no conozcan la historia del país, de un país agobiado por causa del terrorismo y de la política malsana de atacar la productividad del campo en asocio con la vida humana, situación que mejoró ostensiblemente con la llamada “Seguridad Democrática”, bandera del entonces presidente Uribe Vélez.
Álvaro Uribe Vélez es un abogado, empresario y político colombiano, considerado por la prensa internacional y local como el político más influyente de lo que lleva transcurrido el siglo XXI en Colombia.Fue presidente de Colombia en los períodos 2002-2006 y 2006-2010.
“Es un hombre de extremos, avasallador, sin talante para la duda o los matices. Como presidente transformó la política de su país y alentó una polarización radical en la sociedad. Pionero de una nueva derecha en la región, líder popular, enemigo de los acuerdos de paz y dirigente inagotable”, así lo define el diario El País.
Hoy en día es muy fácil que esos niños de ayer, adultos hoy, no comprendan el verdadero significado de la historia sin reescribirla de manera acomodada.
Comprenden queridos lectores, como le decía Euripides a Candelaria que entre esos dos hay muchas similitudes de talante, estudio y comprensión de la situación del país en cada momento histórico y cuyos pensamientos valen la pena que prevalezcan en el tiempo, aunque la formación humanista de Álvaro Gómez fue más profunda dada las circunstancias, no es menos cierto que a Álvaro Uribe el país le debe mucho.
Nota al margen 1: Rara temporum felicitate, ubi sentire quae velis, et quae sentias dicere licet – ¡ Qué poco común la suerte de estos tiempos en que se puede pensar lo que se quiera y en que se permite decir lo que se piensa ¡ (Publio)
Nota al margen 2: Lamentamos profundamente el fallecimiento del Caballero del Periodismo Rafael Chica Guzmán. Paz en su Tumba. Como periodista su objetividad fue latente en toda su trayectoria.
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