Salud.
Por Nataly Herazo Hernández, psicologa clínica y de la salud.
La primera consideración para reconocer un problema de salud mental es conocer el verdadero concepto de ella; la salud mental es un componente esencial en la salud, esta última entendida como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, la salud mental es entonces ese estado de bienestar en el que la persona es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. (OMS,2018).
La salud mental de una persona está determinada por diversos factores entre ellos familiares, económicos, psicológicos, sociales, biológicos; por ejemplo, los altos indicadores de pobreza, discriminación de género, exclusión social, consumo de sustancia, violencia física, psicológica y sexual, antecedentes de enfermedades físicas y mentales en la familia, son algunos que generan mayor impacto en la salud mental de las personas.
Existen algunos signos y síntomas que determinan la presencia de problemas en la salud mental ya sean de tipo cognitivo, emocional o conductual entre ellos: sentimientos de tristeza o desánimo, pensamientos confusos, dificultades en la concentración, preocupaciones o miedos excesivos o sentimientos intensos de culpa; cambios en el
estado de ánimo, desinterés por realizar actividades placenteras, amistades de riesgo, alteraciones en el sueño y apetito, pobre capacidad para resolver o afrontar problemas del diario vivir, desconexión con la realidad (ideas paranoide o alucinaciones), problemas en el uso de alcohol u otras drogas, cambios en los patrones de alimentación y conductas suicidas (idea, plan e intento).
La población de niños, niñas, jóvenes y adolescentes por su misma estructura e inmadurez cerebral hace de ella una etapa de vulnerabilidad, por ello es importante generar desde la infancia espacios que permitan un aprendizaje de destrezas sociales, emocionales y acompañarlos en el proceso de aprender a enfrentar los problemas que puedan
presentarse.
Cuando se producen cambios serios en su forma habitual de aprender, comportarse o manejar emociones genera angustia, preocupaciones y temores que son de alguna manera reflejados en contexto escolar, familiar y social, justo en este momento es necesario realizar las primeras atenciones para evaluar cualquier alteración que pueda
llevar a un trastorno mental y poder realizar acciones tempranas desde la intervencion con el profesional de la salud.
Por lo anterior, acciones de promoción y prevención deben estar encaminadas a generar estrategias en los diferentes escenarios, de tal forma que las personas aprendan a identificar estas señales y buscar atención oportuna. Finalmente recordar que la salud mental es responsabilidad de todos.
