La Apartada, Córdoba. La estrategia de tomarse las vías de hecho y paralizar las regiones, que ha dado resultado para presionar al Gobierno, no funcionó así en este municipio cordobés donde la gente, cansada, salió a reprimir a los protestantes y frenar el paro minero.
‘Mamados’, esta es la palabra que de mejor forma puede describir la reacción de los pobladores del municipio de La Apartada, que ante el paro minero que se vive en la región, que ha paralizado el comercio y de alguna forma las vidas de los pobladores, se unieron y salieron a sacar literalmente corriendo a quienes ya completan seis días protestando en la vía.
El asunto no fue fácil de manejar para la Policía que intervino para evitar un enfrentamiento en el que todo podía salir mal. Pues se trataba de una turba, calculada en cerca de 2.000 personas que se salieron a la autopista, donde estaban ubicados los protestantes, para hacerlos desocupar la vía y que la normalidad regresara a la zona.
Fue el mismo comandante de la Policía de Córdoba, coronel John Suárez, que, en la vía Caucasia – La Apartada, evitó la tragedia, que significa el enfrentamiento de 2.000 habitantes, cansados de 6 días de bloqueos, con los que venían del Bajo Cauca, en compañía de la Defensoría del Pueblo.
Fue necesario instalar mesas de diálogo para levantar la protesta y evitar el enfrentamiento, pero, finalmente, el comercio se reabrió y la Policía acompañó este procedimiento.
El asunto estuvo tan complejo que, de acuerdo con una grabación en la que el coronel Suárez reporta los hechos, a la que tuvo acceso SEMANA, se escucha, “al fondo lo que pueden observar es la comunidad del municipio de La Apartada, más de 2.000 personas cansadas de la situación de los seis días de cierre y de bloqueos de los mineros salieron a no permitir el paso de la caravana de mineros que venía de Caucasia, salieron a proteger ellos mismos su pueblo”.
En la zona se reunieron la Policía, los defensores del Pueblo, para que los protestantes se devolvieran en el sector de Puerto Alegre, unos kilómetros antes de llegar a La Apartada, y así evitar los enfrentamientos. Así se lo manifestaron por teléfono a una persona identificada con el nombre de Saúl, quien funge como líder de esta protesta de mineros.
(Revista Semana)
