El Grupo de Investigaciones de Bancolombia informó que, durante el segundo trimestre de este año, los colombianos gastaron un total de $287 billones, lo que representa aproximadamente el 76 % de la economía nacional. De acuerdo con estos expertos, el gasto real aumentó en un modesto 0,7 % en comparación con el mismo período del año anterior. Es importante destacar que si excluimos los períodos de confinamiento relacionados con la pandemia de COVID-19, este aumento en el consumo es el más bajo que se ha registrado desde el año 2006.
“El balance en lo corrido del año evidencia un cambio en los hábitos de consumo de los hogares, que están migrando hacia bienes y servicios asociados a experiencias por fuera de casa y compras de corto plazo, por encima de compras de largo plazo. Esto está sustentado en el comportamiento en categorías como recreación y cultura, y bebidas alcohólicas, que han mantenido una tendencia creciente”, señala el informe.
De igual manera, la categoría de bienes duraderos, que abarca elementos como vehículos, electrodomésticos y muebles, experimentó una disminución cercana al 14 % en el segundo trimestre, siendo esta la peor cifra entre todas las categorías. Este comportamiento se puede atribuir en gran medida a la persistente inflación que afecta a la población colombiana.
Al respecto, Laura Clavijo, directora del Grupo de Investigaciones Bancolombia, anotó que “de este modo, se hace evidente el impacto del aumento en los precios sobre el poder adquisitivo de los hogares y, por consiguiente, en la dinámica del consumo”.
El informe destaca que la inversión en bienes duraderos ha experimentado tres trimestres consecutivos de declive, y esta situación se relaciona con la volatilidad en el precio del dólar, que afecta el valor de estos productos. También influye la desaceleración en el endeudamiento de los hogares, que se debe a las altas tasas de interés.
El informe señala que las expectativas a largo plazo indican que el gasto podría recuperarse, ya que se prevé una desaceleración de la inflación que la situaría por debajo del 9 % para fines de 2023 (actualmente se encuentra en 11.43 %) y alrededor del 5.3 % en 2024. Además, en cuanto a las tasas de interés, se estima que disminuirán del 13.25 % al 12.5 % este año y se situarán en torno al 8.5 % el próximo año.
“Para el cierre de 2023, esperamos una moderación del consumo de los hogares, con un leve crecimiento de 0,2 %, nivel muy similar al que prevemos para 2024. En los años posteriores, estimamos mayores crecimientos, en línea con un entorno macroeconómico positivo”, señala el documento.