En la arena política, a menudo nos encontramos con figuras que buscan el poder sin límites aparentes.
Desde situaciones cómicas hasta cuestiones al borde de lo delictivo, la política puede ser un terreno complicado.
Yo, nacido y criado en el hermoso pero olvidado municipio chocoano llamado Carmen de Atrato, decidí alejarme de la politiquería después de formarme en la Universidad Tecnológica del Chocó.
Mi sueño siempre fue liberarme de las cadenas que han mantenido a mi pueblo y región en la miseria, y trabajar desde el sector privado para generar empleo y construir un futuro mejor para todos.
Mi experiencia en Medellín me mostró un enfoque diferente.
Aprendí sobre el empuje paisa y la visión de negocio que hacen que Antioquia sea una tierra de progreso.
El Pacífico se encuentra entre dos colosos, Medellín y Cali, y hay mucho que aprender de ambos.
Cuando llegué a Montería por motivos laborales, encontré una región con similitudes al Chocó pero con una ubicación geográfica estratégica y la influencia de Antioquia.
Sin embargo, existen brechas sociales y estructurales que deben abordarse, y aquí es donde la política puede ser una herramienta para la construcción de un mejor departamento.
Es esencial seleccionar candidatos que estén a la altura del desafío y que no olviden sus raíces ni sus compromisos morales.
Preocupa cuando aparecen aspirantes camaleónicos que prometen mucho sin fundamento ideológico o moral.
Los que creemos en un cambio profundo para este país merecemos respeto y debemos castigar en las urnas a aquellos que pretenden aprovecharse de nuestros ideales.
No debemos dejarnos engañar por impostores.
En Córdoba, debemos aprovechar nuestras potencialidades y evitar repetir la historia de otras regiones marcadas por la pobreza y las necesidades insatisfechas.
Por eso, quienes apoyamos la candidatura de Gustavo Petro no votaremos por Gabriel Calle.
No solo porque no nos representa, sino porque lo consideramos un paracaidista impostor.
Los votos por Petro fueron por Petro, y seguiremos respaldando nuestro ideal de igualdad social y cambio real. No al oportunismo, porque:
1. No hay Identidad y Coherencia Ideológica.
Una de las principales razones para no respaldar a Gabriel Calle es su aparente falta de identidad y coherencia ideológica.
En la política, es esencial que los candidatos tengan una visión clara y principios sólidos que guíen sus acciones.
Calle parece ser un “camaleón político”, cambiando de discurso y afiliaciones según la conveniencia.
Cómo llegaron a ganar alcaldías y una curul en la cámara?
Esto genera desconfianza en su capacidad para mantener sus promesas y representar de manera honesta los intereses de los ciudadanos.
2. Estrategias Populistas:
Otro motivo de preocupación es el uso de estrategias populistas por parte de Gabriel Calle.
Los líderes políticos que recurren al populismo a menudo prometen soluciones fáciles y atractivas a los problemas, sin ofrecer planes concretos o sostenibles para implementarlas.
Esto puede crear expectativas irrealizables y socavar la estabilidad económica y social a largo plazo.
3. Aprovechamiento de la Popularidad de Petro.
Gabriel Calle ha sido vinculado con la campaña de Gustavo Petro para la presidencia.
Sin embargo, es importante recordar que los votos para Petro eran para él y sus propuestas, no necesariamente para los operadores políticos y posibles candidatos que estuvieran a su lado en ese momento.
Calle no debería asumir que automáticamente hereda el apoyo de quienes respaldaron a Petro; esto sería un error de interpretación de la voluntad de los votantes.
4. Dudas sobre su Compromiso con la Educación.
Gabriel Calle ha sido identificado como un exgerente de campaña de Gustavo Petro, pero su compromiso real con la educación y otros asuntos de relevancia podría estar en cuestión.
La política en Colombia necesita líderes con un compromiso genuino hacia la mejora de la educación y otros servicios públicos, no aquellos que utilicen su historial de campaña para ganar votos sin un compromiso demostrado con las necesidades de la comunidad.
Los militantes del pacto histórico, esa base popular y progresista que representa el siempre maltratado pueblo y que busca que desde el estado se generen condiciones que permitan superar la desigualdad social a través de procesos de inclusión social, deben considerar cuidadosamente si este candidato representa realmente sus valores y necesidades antes de tomar una decisión en las urnas este 29 de octubre.