Por: Horacio Garnica Díaz
La guerra entre Israel y Palestina es una barbarie humana y de secuelas inimaginables.
Este episodio bélico es condenable, así como es condenable la impávida contemplación de la humanidad mundial, ciega, sorda y muda.
Matar niños, sin saber porque mueren, es el pago de culpas de intereses ajenos; es un genocidio en grado superlativo.y de lesa humanidad; lo peor, exento de toda condena penal y de la condena de la humanidad, sumida en un mutismo incomprensible.
La ONU y el Consejo de Seguridad, son como las tetillas del hombre.
La pugnacidad entre Israel y Palestina, como consecuencia del colonialismo británico, data de 1917, al ayudar el gobierno británico mediante la carta denominada Declaración de Balfour a establecer un estado judío estable en Palestina.
De esta manera, se le otorgaba el derecho a los judíos la reconstrucción de su antigua patria en Palestina.
La susodicha declaración fue ratificada por la Sociedad de Naciones, hoy conocida como la ONU.
La declaración en comento generó una fuerte tirantez entre árabes y judíos, al considerar los árabes, que esta ignoraba sus derechos.
Ante este hecho, el gobierno británico, en1937, recomienda dividir a Israel en un estado árabe, un estado judío y una zona neutral sagrada. Ya aquí Palestina rechaza la intromisión del colonialismo británico en este conflicto.
Esta circunstancia y el debilitamiento de la Gran Bretaña, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, ya no podía asumir las responsabilidades con el Medio Oriente, y de esta manera acabar con su presencia colonial.
Es así como Las Naciones Unidas, en 1947, para ayudarle a la Gran Bretaña en su propósito de salir de la región del Medio Oriente, crea el Estado de Israel.
Es de anotar que Israel desde su creación ha tenido permanentes conflictos con sus vecinos; en especial, con los árabes y los musulmanes.
Durante ese tiempo de confrontación bélica, entre árabes e israelíes, los palestinos pasaron en el limbo; pero una vez Israel gana la guerra, vuelve el conflicto palestino israelí.
Hay una historia larga de conflictos y de guerras entre Israel y Palestina sin una luz de solución.
Mientras esto sucede, al parecer la vida no vale nada porque es un conflicto donde la primera derrotada es la vida.
Quienes atizan este conflicto tienen el poder de influir para detener la guerra. De ahí que resulte rechazable las expresiones de una senadora republicana de los EE. UU., cuando decía que se debía ayudar a Israel.
Lo que hay que ayudar es a los civiles de ambos países ajenos a los motivos del conflicto, y lo que hay que ayudar es a parar las guerras Israel-Palestina y Rusia-Ucrania.
Cuando uno estudia la historia universal, las guerras parecían ser hechos de un pasado de inmadurez política; pero no, las grandes potencias perfeccionan de forma científica su poderío militar, para alardear un poder disuasivo.
Hay grandes conflictos de connotación mundial.
De ahí, que sea pertinente exclamar: EL MUNDO ¡POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA!
Montería, La Perla del Sinu, noviembre 8 de 2023.
