Es inevitable redactar noticias que nos muestran la cara más cruda e indignante de la humanidad, pero entre tanto caos y entropía surgen casos particulares que devuelven la fe en el hombre. Este dicotómico paralelismo lo pudimos ver el acto despiadado que realizó una madre al nororiente de la ciudad de Cali el pasado 3 de marzo, cuando lanzó a su hijo de 6 años al río Cauca. Siendo rescatado por uno de sus vecinos, quien no dudó en lanzarse al agua.
Sin importar su propia vida, el hombre, conocido como Cloromiro Largacha, contó que: “al ver al niño braceando para no ahogarse no lo pensé, pues ese podría haber sido mi hijo”.
Fue así como se sumergió en las rápidas aguas del río para sujetar al pequeño por encima del agua y llevarlo entre braceadas hacia la orilla, donde lo estaban esperando los vecinos para socorrerlos.
Este heroico hecho logró trascender a los oídos del mismo alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, quien condecorará al valiente hombre por su acto tan ejemplar.
“Lo ha hecho para salvar una vida, por el compromiso que tiene de la solidaridad y del acompañamiento y por eso es un héroe de nuestra ciudad, que va a ser condecorado, va a entrar a un curso de prevencionista y si él desea, será vinculado a la Secretaría de Gestión de Riesgo”, manifestó el mandatario.
Todo esto nos demuestra que así como hay personas que conociéndonos nos traicionan, también hay otras que sin conocerlos darían la vida por nosotros, estos últimos son los que en las películas y novelas llaman un verdadero héroe.
Por el momento, el niño está bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, mientras que su madre fue capturada y enviada a un pabellón de mujeres, mientras estudian si padece algún trastorno mental.