Honra tu vida

Y ve más allá de tus deberes.

Todas las personas tenemos la capacidad de crear hábitos que nos permitan realizar nuestras actividades de la mejor manera posible y proyectar un mejor futuro. Pero en algunos aspectos de la vida perdemos esta capacidad porque gran parte de nuestra mente tiene una fuerte resistencia al cambio y consideramos que para cambiar algo en nosotros, necesitamos esforzarnos demasiado, salir de la zona de confort, exponernos a grandes riesgos, gastar muchísima energía y dedicarle el tiempo suficiente para enfocarnos.

En ocasiones utilizamos todos esos pensamientos para evadir el tema, para no confrontar nuestras ideas, para minimizar las consecuencias que generan los cambios. Por eso es usual ver que algunas personas prefieren quedarse en lo conocido para no perder el control, no hacer nada de cara a la situación que viven y mucho menos intentar algo nuevo porque no están dispuesto a hacer el más mínimo esfuerzo para mejorar.

Si algunos de estos argumentos resuenan contigo o con alguna persona cercana a ti, es importante que sepas que esas visiones son productos exclusivos de la mente de la persona que lo imaginan. También es posible que a nivel emocional estas situaciones generan en las personas emociones como; ansiedad, desmotivación, devaluación, fragilidad, incapacidad, miedo, pánico, rechazo, temor, vacilación.

Mi invitación para hoy es que reflexiones acerca de la situación que vives actualmente y aprendas a identificar las oportunidades de aprendizajes que este tipo de experiencias quieren regalarte y sobre todo a honrar tu vida. También quiero que sepas que Dios quiere que todos los seres humanos vivamos con gozo, paz, tranquilidad y alegría, pero si tu dejas entrar lo negativo a tu vida pones todo lo maravilloso por fuera, ya que el espacio que le das a lo positivo en tu mente es muy limitado o nulo.

Esto me mueve a preguntarte ¿Qué acciones estas dispuesto a emprender para ir más allá de tus deberes?

El cambio es un proceso que nos permite sustituir un estado mental ya conocido por nuestro cerebro para integrar nuevas rutas de comportamiento, sin creer que estamos haciendo un gran esfuerzo.

Una de las principales emociones que se convierte en el gran enemigo del cambio es el miedo, ya que cuando sentimos miedo nos resistimos a acoger al cambio como una oportunidad de mejora, de crecimiento y evolución como personas.

Por eso es usual ver que muchos hombres y mujeres no quieren enfrentarse a los cambios por qué; les cuesta adaptarse a nuevas situaciones en su entorno social, no se exponen al ridículo, no quieren perder el reconocimiento de otros, guardan muchas suposiciones en la mente, tienen mucho miedo a no ser lo suficientemente bueno, no saben el valor que tienen como personas, le temen al rechazo, no quieren quedarse solos y consideran que todo lo nuevo o desconocido es peligroso para ellos.

Mi recomendación es revisar los comportamientos que repetimos diariamente, para reconocer todo lo que hacemos de forma automática y sin esfuerzo. Todos estos aspectos nos van a ayudar a examinar si las acciones que hacen parte de nuestras rutinas están alineadas con un objetivo claro.

Hay una frase de William Shakespeare que dice: “Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser”

Por eso es importante que abandones tu apego a lo conocido y comiences a reconocer la importancia de tener hábitos que determinen tu propio estilo de vida. Imagina por unos momentos los beneficios que tendrías si logras hacer ese cambio.

En este preciso instante quisiera que empieces a verte como una persona flexible, motivado, dispuesto a asumir nuevos retos en tu vida y preparándote para tener un mejor futuro.

Recuerda ¡está en tus manos el cambio que quieres!

Mi labor como facilitador de tu ser emocional, consiste en acompañarte a vivir tu proceso de aprendizaje, escuchar tu historia de vida y ayudarte a reconocer las creencias/juicios/emociones que han determinado la forma como observas la realidad que vives hoy pero que necesitas disolver urgentemente para cambiar o transformar la realidad de tu observador.

Te invito a que me sigas en todas mis redes sociales como compartir experiencias.