Disciplina con amor, la difícil trea de los padres hoy
Mucho se ha escrito alrededor de la difícil y por hoy maratónica tarea de ser padres, porque a raíz de esta pandemia que si bien no es la primera, si fue la que nos tocó vivir, donde los entornos se hacen cada vez más limitados (apartamentos estrechos) y núcleos familiares más reducidos (hijo único, o dos en casa) lo que hace de este proceso una tarea aún más difícil de sobrellevar.
Y eso… sin tener en cuenta las grandes cargas académicas que fueron cedidas a las mujeres del hogar quienes tienen que ser esposas, hijas, amigas, empleadas, madres, y ahora docentes.
Y si bien no es justo, así está la cosa en los hogares hoy en día. Criar a un hijo se ha convertido en una constante contradicción, entre si le llamo la atención lo traumatizo y si soy permisivo/a con él al cabo de un corto tiempo no tendrá límites establecidos, es una balanza difícil de equilibrar y les estaría mintiendo si les dijera que es fácil de sobrellevar.
Una cosa es la teoría, pues el papel lo aguanta todo y el conocimiento aunque se tenga es igual difícil de ponerse en práctica. Por ello, hoy como profesional y madre quisiera compartir con ustedes algunos tips a tener en cuenta al momento de hablar de crianza respetuosa:
Paso #1: RESPIAR, y sí, todos respiramos pero, a veces, en momentos en que sentimos que estamos tensos o a punto de estallar se hace necesario, como adultos, aplicar tiempo fuera, 10 segundos para respirar, tomarnos un tiempo y re plantear con mayor claridad qué está sucediendo y cuál es la mejor forma de abordar la situación.
Paso #2: EXPONER SITUACION Y POSIBLES SOLUCIONES. Muchas veces nos enfrascamos en el problema, dar un paso al costado y pensar en soluciones brinda una visión diferente de este. El diálogo y brindarse mutuamente la oportunidad de, con respeto hablar, establecer límites pero también negociar soluciones nos permite crear una conexión estrecha con nuestros hijos bajo el respeto y la disciplina.
Paso #3: ESTABLECER RECOMPENSAS O SANCIONES Y MANTENERLAS, al llegar el momento del castigo, palabra muy utilizada para hacer relación a la sanción o consecuencia no tan agradable por un compromiso y responsabilidad incumplida, suele suceder que, entre los adultos responsables, no se tiene claridad de esta y se pasa a desautorizar la instrucción dada inicialmente.
También ocurre, que dada la fatiga, múltiples compromisos y agotamiento por las mismas conductas inadecuadas, se nos hace más fácil ceder y ser flexible en dichas sanciones (como puede ser el uso de aparatos electrónicos, salidas al parque, televisión, entre otros), lo cual muy lejos de reforzar conductas positivas, comprueba que el comportamiento negativo de forma reiterativa no traerá ninguna consecuencia, disminuyendo autoridad y credibilidad, así que es importante no desautorizar, ser firme y enfático en la consecuencia y de no estar de acuerdo en decisiones tomadas por otro adulto en casa, se hablarán en privado luego de ocurrido el evento.
Paso #4: EVALUAR LA SITUACIÓN: hay que observar las situaciones desde una visión más amplia, aunque pensemos que los niños no se dan cuenta o no entienden, ellos perciben todo a su alrededor, la tensión y un ambiente familiar poco favorecedor son en muchos casos la razón por la cual el niño acude a la pataleta o el berrinche.
Una familia emocionalmente sana se refleja en un niño con mejores herramientas para comprender y expresarse en su entorno. Y ¡claro! en la familias felices también hay berrinches y dificultades. pero, con padres unidos bajo el diálogo siempre será todo más fácil de solucionar.
Paso #5: DELEGAR Y BUSCRA AYUDA TAMBIEN ESTA BIEN, es complejo como padres a veces comprender que hay cosas que no podemos solucionar, frases comunes como “a mi este niño no me va a quedar grande de criar” o “así lo hicieron conmigo y aquí estoy”, solo refuerzan nuestra incertidumbre.
Como adultos la mejor enseñanza y decisión que se puede tomar ante cualquier dificultad en la cual nos sintamos enfrascados es el delegar a otros, porque no nos la sabemos todas.
Podemos ser profesionales pero en casa seremos los padres, porque una opinión especializada siempre será mejor que recomendaciones de la abuela o sugerencias de la vecina. Lo que funciona para uno, no funciona para todos, por eso es importante aceptar que existe una dificultad y mayor aún que necesitamos ayuda de otros, porque eso está bien.
Recuerda que lo más importante siempre va a ser la tranquilidad y salud mental de toda la familia, el compromiso de todos sus integrantes hace que el resultado sea favorecedor o desfavorable, el trabajo en equipo es fundamental, incluyendo abuelas, cuidadora y demás personas que habiten el hogar.
Si sienten como padres que algo no está bien, no duden en buscar ayuda, en demostrar el amor todos los días a sus hijos, pues el solo hecho de que nos les falte nada no demuestra amor, solo es el resultado de la responsabilidad.
Por Mónica Mabel Montes Botello – Terapeuta ocupacional
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