Y no el problema
Algunas veces tenemos la tendencia a magnificar lo que nos sucede, a cambiar el tamaño real de las cosas, le damos importancia a un informe negativo, nos enfocamos solo en el problema que tenemos que solucionar, sobreestimamos lo que alguien dijo de nosotros y todo lo vemos más grande en nuestra mente. Te ha pasado que sientes que tus problemas no tienen ninguna solución, que todo lo que te ocurrió distorsiona la forma como observas la realidad, te sientes desenfocado o, tal vez has considerado que no tienes la capacidad para salir de esos inconvenientes. Cuando llegan este tipo de pensamientos, no nos damos cuenta de la importancia de buscar apoyo en otras personas para ampliar la perspectiva que tenemos de lo sucedió y hallar las oportunidades en medio de las dificultades que se nos presentan.
Tal vez este tipo de circunstancias nos pueden generar una sensación de agobio, porque nos cuesta superar una dificultad, desgano porque creemos que siempre será lo mismo, enfado porque tenemos una mala disposición hacia una persona o cosa e inferioridad porque consideramos que una situación es superior a nosotros.
Si algunos de estos argumentos resuenan contigo o con alguna persona cercana a ti, es importante que sepas que estas interpretaciones son exclusivas de la persona que lo siente. También es posible que a nivel emocional estas condiciones puedan estar generando cualquiera de las siguientes emociones; asombro, culpa, decepción, enojo, inestabilidad, miedo, odio, pánico, rencor, soledad, terquedad, vacío y zozobra.
Mi invitación para hoy es que reflexiones acerca de la situación que vives actualmente y aprendas a identificar las oportunidades de aprendizajes que este tipo de experiencias quieren regalarte para que reconozcas las oportunidades que se enconden ante las adversidades que enfrentamos diariamente. También necesito que sepas que Dios quiere que todos los seres humanos vivamos con gozo, paz, tranquilidad y alegría, pero si tu dejas entrar lo negativo a tu vida pones todo lo maravilloso por fuera, ya que el espacio que le das a lo positivo en tu mente es muy limitado o nulo.
Esto me mueve a preguntarte ¿Qué oportunidades puedes reconocer en medio de los problemas que te rodean?
Entendemos por problemas una situación que se presenta y que en estos momentos no tenemos una solución. Ahora, para llegar a la resolución de un problema se nos pueden presentar varios caminos, a veces puede ser algo sencillo, pero en otras ocasiones no. Por eso es importante reconocer que, aunque nos enfrentamos a una situación que parece difícil de resolver, seamos consciente de dónde queremos llegar, de trazar un camino claro y seguirlo, corrigiendo el rumbo las veces que haga falta si es necesario porque sabemos que podemos hacer algo, que está en nuestras manos movernos y que necesitamos enfocarnos en encontrar diferentes alternativas que nos permitan solucionarlo o aceptar que es mejor liberarnos de los malestares innecesarios que produce ese problema.
Una de las emociones que se convierte en el enemigo para enfocarnos en las oportunidades de un problema es la incomprensión, ya que cuando lo sentimos, estamos propensos a ser personas que tendemos a sentirnos atrapados, ahogados, nuestras emociones se disparan, la mente se nubla con pensamientos negativos, nos desenfocamos del objetivo principal, perdemos la capacidad para reaccionar frente a la dificultad. A esto se le suman la falta de una meta establecida, no tener alternativas posibles de realizar, no poner en marcha nuevas acciones y ampliar los conflictos emocionales, que en este caso actúan como enemigos.
Mi recomendación es buscar apoyo profesional de un coach, psicólogo o terapeuta, de acuerdo al caso de cada persona, para identificar el tipo de proceso que necesitan iniciar. También es importante tratar de comprender y/o interpretar los pensamientos, juicios y emociones que están moldeando a la persona que vive esta experiencia, para acompañarlo a hacerse responsable de la situación que vive y promover el desarrollo de una autoestima sana.
Hay una frase de Sadhguru que dice: “si no se concentra en las soluciones, simplemente se perderá en el problema”
Por eso es importante aprender a gestionar nuestras emociones, a modular todos nuestros pensamientos, atender con prioridad aquellos asuntos que son relevantes y que necesitan ser atendidos con urgencia para permitirnos tener una vida llena de bienestar a nivel físico, mental, emocional, espiritual. También es necesario que sepas que los problemas son grandes oportunidades de aprendizaje y que para resolvernos necesitamos ampliar el panorama y probar todas las oportunidades que se presenten en el camino.
En este preciso instante quisiera que empieces a verte como una persona capaz de ampliar tu perspectiva de la situación, enfocadoen encontrar diferentes alternativas para solucionar el problema y dispuesto a aceptar con amor las nuevas oportunidades que se abren en tu vida.
Recuerda ¡todo tiene solución, menos la muerte!
Mi labor como facilitador de tu ser emocional, consiste en acompañarte amorosamente a vivir un proceso de aprendizaje, en donde puedas escucharte a ti mismo para reconocer los factores que han moldea tu mundo interpretativo (creencias/juicios/emociones) que te limitan y te impiden transformar la realidad que percibe hoy como observador.
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