En los últimos días, mucho se ha hablado de la controversia que involucra a dos de las mayores potencias económicas y armamentistas del planeta, como lo son Estados Unidos y Rusia, pues los rumores sobre un posible ataque en suelo ucraniano han encendido las alarmas de prácticamente todo el globo terráqueo.
Y es que, desde que se dio a conocer este sábado, 19 de febrero, los ejercicios con misiles nucleares que está llevando a cabo la nación rusa, gobiernos de todo el mundo temen una posible nueva guerra entre naciones que pueda desatar un conflicto a nivel mundial en los próximos días.
Pero entre tanto caos y sobreinformación, muchos desconocen cuáles son los motivos detrás de todo este conflicto. Es por ello que desde Zenú Radio nos dimos a la tarea de hacer un trabajo investigativo en el que resaltamos 3 puntos clave que explican por qué Ucrania es tan importante para Rusia y por qué Putin estaría dispuesto a iniciar una guerra con tal de cumplir con su cometido.
1 – Ucrania representa una zona de seguridad geopolítica para Rusia:
Para nadie es un secreto que históricamente Ucrania ha servido como un escudo estratégico-militar para los gobiernos e imperios del gigante europeo, que desde la invasión napoleónica de 1812 ha sido infranqueable.
Geográficamente Ucrania es la frontera occidental de Rusia, la cual representa más de 1.600 kilómetros de tierras para cualquier ejército enemigo que quiera atacar a su capital (Moscú), pero, tras los recientes acuerdos de Ucrania con la OTAN, dicha barrera pudiera reducirse a tan sólo 640 kilómetros, dejándola vulnerable ante un posible ataque por parte de Estados Unidos. Caso similar a lo acontecido en 1962, luego de que la Exunión Soviética comentó que podría desplegar fuerzas militares en Cuba y Venezuela, lo que representaba un peligro para E.E.U.U por la cercanía de estos estados soberanos con su capital, Washington D.C.
“Rusia está siguiendo estas políticas en este momento porque percibe que un país que está cerca de su frontera se está convirtiendo en una plataforma para una alianza militar amenazante. Así que tiene que ver con la posibilidad de que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN y por lo tanto albergue misiles y tropas de dicha alianza”, expresó en un artículo el profesor de Relaciones Internacionales Gerald Toal.
2- Vínculos históricos, religiosos y culturales entre ambas naciones:
Putin no sólo busca protegerse de posibles ataques, sino que busca salvaguardar el patrimonio cultural que ambas naciones han compartido durante cientos de años, ya que sus nexos históricos, culturales y religiosos las han vinculado a lo largo de la historia.
En una de sus más recientes declaraciones, el mandatario se remontó, entre otras cosas, a la época del antiguo pueblo rus, considerado como el antepasado común de rusos, bielorrusos y ucranianos, y destacó los numerosos hitos de la historia común para argumentar su visión de que rusos y ucranianos son “un mismo pueblo”.
Por todo lo anterior Rusia no ve a Ucrania como otro país más, pues su visión dominante hace que adopte a esa nación como una hermana, por lo que hay emociones muy poderosas al momento de las negociaciones con “el enemigo”, pues se siente traicionada por un pueblo muy cercano. Todo esto debido a la incapacidad de la visión dominante en Rusia de reconocer la identidad nacional ucraniana como algo que está separado de ella.
3- Putin quiere dejar un legado:
Según algunos expertos, el tema de Ucrania es uno en el cual entran mucho en juego las propias emociones de Putin, por lo que en ocasiones sus posiciones pueden no lucir como muy racionales.
Gerard Toal señaló que existe un razonamiento según el cual Putin ha sido personalmente humillado por lo que ha ocurrido con Ucrania durante su mandato, cuando sus recurrentes esfuerzos para instalar líderes prorussos en Kiev no han dado los frutos esperados.
“El argumento general es que él ha estado luchando con este asunto durante bastante tiempo y que siente que es un asunto pendiente que forma parte de su legado y que necesita ser arreglado de una vez y para siempre”, señala.
