El representante Miguel Abraham Polo Polo no vivió un buen momento en sus vacaciones en Europa, pues fue víctima de “los amigos de lo ajeno” mientras se encontraba en Roma, Italia, donde varios sujetos le robaron sus pertenencias, incluida la tarjeta con la que ingresa al recinto del Congreso de la República.
Miguel Polo Polo explicó que una noche salió a un bar de Roma para tomar algo con sus asesores, y aunque la velada trascurría sin novedad, los problemas comenzaron cuando el sitio cerró y tuvieron que salir a la calle. En ese momento, un hombre de raza negra se le acercó y lo saludó en español, a lo que el representante no le vio nada malo.
“No vi nada de malo”, dijo.
“Caminamos con él y no sé en qué momento se acercaron otras dos personas negras, también altas, amigas de ese hombre. Sin darnos cuenta, no sé qué le echan a mi asesor, lo drogan, le echaron escopolamina, burundanga; eso no solo pasa en Colombia, también en Europa, en Italia, en Roma”, expresó.
@miguelpolopoloMe robaron en Roma
El asesor de Polo Polo, según el congresista, “quedó como en una especie de inconsciencia, casi en estado vegetal: se caía, lo intentábamos parar, pero no lo conseguíamos, no reaccionaba”.
“Uno de ellos me intentó agarrar mi reloj, tengo las raspaduras en mi brazo, fue agresivo, lo agarró e intentó arrancarlo, pero como está bien pegado, enseguida forcejeé y le dije: ‘¿Qué le pasa, me va a robar? ¿Por qué? ¡Si esto es mío!, ¿acaso es suyo? ¿Por qué me lo va a quitar?’”, contó el dirigente.
El delincuente, según Polo Polo, se marchó. “Cuando vamos a tomar el transporte nos damos cuenta de que yo no tenía mi billetera. Ahí tenía 400 euros en efectivo (1.600.000), mis tarjetas de crédito, mi tarjeta con la que ingreso al Congreso, mis documentos, mi libreta militar”, relacionó.
Por su parte, a su asesora le robaron una cadena de oro y al joven inconsciente, un reloj que cuesta tres millones de pesos.
“Nos sentimos muy impotentes, con esa frustración de que nos robaron. A mí me dejaron sin documentos y sin tarjetas”, expresó.
El asesor, en medio de su estado, se cayó y sangró su ropa.
“Se partió la barba, sangró, y ningún vehículo nos quería recoger porque tenía sangre. Al final, me quité mi chaqueta limpia, se la pasé a él para que nos pararan. Y literal, ocurrió”, dijo.
Cuando el representante llegó hasta su hogar evidenció cómo los delincuentes empezaron a hacer compras con su tarjeta de crédito. “Terminaron gastando como 1.500.000 en transacciones pequeñas”, reportó.
Según Polo Polo, lo ocurrido le deja una lección: “En Europa, a pesar de que es el primer mundo, también echan escopolamina, también roban; lección aprendida de no confiarme. No me pasó en Estados Unidos, ni en España; sí en Italia”.
Tomado de SEMANA